Monasterio de Santa María de Rueda: el refectorio
El refectorio de Rueda es una estancia de gran sencillez pero que produce una gran impresión quizás debido a esta limpieza de líneas y falta de pretensiones. Se accede a el, por un portico desde la panda norte del claustro, enfrente de un pequeño lavatorio al uso en los monasterios del Cister. La habitación tiene forma rectangular con arcos fajones apuntados y con bóveda que veremos en otros monasterios que es de cañón apuntada. La escalera que conduce al púlpito es de una factura muy elaborada estando empotrada en el muro y adornada con una serie de arquillos en escalera, sustentado cada uno por una columnilla y un capitel de elaboradas formas geométricas, el púlpito sobresale de la pared, estando rematado su base por una columnilla truncada con otro capitel de mas sencilla factura. La estancia está bien iluminada, mediante ventanales abiertos en las paredes laterales así como en el muro de entrada, donde sobre la puerta encontramos un rosetón con adorno semejante al de la portada de la iglesia. En el muro del fondo, otro ventanal redondo sin adornos y bajo el, situados de manera simétrica dos ventanales con arcos de medio punto , aportan luz al fondo de la habitación. No es frecuente en los refectorios cistercienses este tipo de naves pues son las bóvedas de crucería, que permiten espacios diáfanos de mayor superficie, y son las que encontraremos con mas frecuencia.