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Monasterio de Santa María de Alcobaça: el refectorio
Desde la galería norte del claustro, enfrente del lavatorio se encuentra el acceso al refectorio. Es una sala que llama la atención por sus grandes dimensiones. Tiene forma rectangular con bóvedas de crucería sostenidas por dos hileras de columnas, de gran altura con fustes lisos, capiteles de adornos sencillos con motivos vegetales, con ábacos de forma octogonal con perfil en nacela que sostienen cimacios lisos de los que parten los arcos que forman la bóveda con perfiles achaflanados, que de nuevo sugieren las ramas de una palmera, estructura que ya hemos visto se repite en numerosos monasterios. los arcos que terminan en los muros perimetrales lo hacen en ménsulas con los mismos adornos que encontramos y describimos en el claustro.
En el muro occidental encontramos el púlpito, en este caso de una gran belleza, con una escalinata incluida en el muro adornada con cinco arcos de medio puntos adornados con un sencillo perfil abocelado, y sustentados por cuatro columnillas de fustes lisos y capiteles de motivos vegetales terminados en bolas. Sobresale el púlpito con una plataforma lisa con nacela en la parte inferior y una serie de pequeños modillones que sobresale de una estructura de pirámide invertida adornada con bocel y nacela alternando , y terminando en el vértice con un modillón central.
Las dimensiones de esta estancia nos hacen una idea de la importancia que debió tener la comunidad de monjes y lo numerosa que sería para precisar tan tremendo refectorio.
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