Portada occidental de la iglesia de Alcobaça

El Cister Ibérico

Un recorrido por los monasterios cistercienses de la península ibérica

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Monasterio de Santa María de Alcobaça: la iglesia

Aunque la fachada fue reformada en el siglo XVIII, siendo sustituida la primitiva de estilo gótico por la actual, barroca, el interior ha conservado la estructura del siglo XII, con forma de basílica de tres naves, las tres de la misma altura, lo que produce una sensación de grandiosidad a la obra que tiene ciento seis metros de largo y veinte de alto, con bóvedas de crucería y arcos apuntados tanto en la nave central como en las laterales, además de los arcos formeros que las unen. Las naves laterales sonde la misma altura que la central y a ellas se abren ventanales que proporcionan abundante luz al interior. La sensación que produce la iglesia es de grandiosidad con las altas columnas que suben hacia las bóvedas sobre todo el las naves laterales que dan un aspecto de estrechez debido a su gran altura. Los primeros arcos fajones terminan en ménsulas decoradas con motivos vegetales, mientras que a partir del quinto tramo de la nave, se transforman en ménsulas lisas de forma prismática mucho menos elaboradas. Las columnas son lisas y finas y terminan en capiteles con sencillos adornos vegetales, toda la iglesia tiene una decoración muy sencilla, guardando las normas arquitectónicas de la orden.

La cabecera está formada por un ábside central semicircular, con una girola y un deambulatorio que lo rodea, al que se abren capillas. La girola está compuesta por ocho arcos apuntados que comunican con el deambulatorio, cada uno sostenido por una columna que se adorna con capiteles de motivos vegetales. Sobre los arcos se abren dos pisos de ventanales separados por baquetones terminados en cul de lamp, que proporcionan iluminación a toda la cabecera. A ambos lados del crucero se abren cuatro capillas. Los arcos que dividen los tramos de la girola convergen en un punto de la bóveda, con el esquema ya visto y repetido en numerosas iglesias del Cister.

El crucero es pronunciado y en ambos brazos se encuentran las tumbas de Pedro I (1320-1367) rey de Portugal y de su mujer Inés de Castro (?-1355). La colocación actual de las tumbas no es la inicial, dispuesta por el propio monarca, que especificaba donde deberían ser colocadas ambas tumbas, la de Inés se colocaría: "... e este muimento mandou poer no moesteiro Dalcobaça, nom aa entrada hu jazem os Reis, mas demtro na egreja ha maao dereita , açerca da capella moor", y de su propia tumba "Semelhavelmente mandou fazer el Rei outro tal muimento e tam bem obrado pera si, e fezeo poer açerca dos seu della, per quamdo se aqeeésse de morrer e deitarem em elle", por tanto ambos túmulos se situaron en el brazo derecho del transepto con el rey mas cerca de la nave central y la de Inés a su derecha, tal como dictan las normas caballerescas, con los pies situado mirando a la capilla de San Benito, como dictan las normas eclesiásticas. Entre 1782 y 1786 ambas tumbas se trasladaron a la Sala dos Reis situada en el claustro, que se edificó precisamente para recoger todas las tumbas de reyes existentes en la abadía. En 1957 con motivo de la visita de la reina Isabel de Inglaterra, se trasladaron a su actual situación ambas tumbas. (Bibliografía)

 

El claustro
Sala capitular
El refectorio
La cocina
Otras

Izquierda.- Vista de la nave central

Derecha.- Vista de la nave central desde los pies

Portada occidental

Girola con la comunicación con el deambulatorio

Deambulatorio y nave del evangelio desde la cabecera

Izquierda.- Detalle de la tumba de doña Inés con la presentación del niño en el templo.

Derecha.- Tumba de doña Inés, representación del beso de Judas, las escenas de la vida de Cristo recorren los laterales de la tumba hasta llegar a la cabecera donde se representa la imagen del Calvario con la crucifixión.

 

Tumba de Pedro I la figura yacente del rey rodeado de seis ángeles, el rostro bellamente trabajado con una expresión transmite paz y serenidad

 

A los pies del rey su perro, figura que aparece con frecuencia en los monumentos funerarios de la época.

Derecha.- Detalle del fino trabajo realizado por el escultor

Izquierda.- A los pies de la tumba de Don Pedro se ha esculpido la rueda de la fortuna, en la que se reproduce la historia de la muerte de Doña Inés de Castro.

Derecha.- A los pies de la tumba de Doña Inés, se reproduce la escena del juicio final. Dos personajes de hombre y mujer situados en una de las torres medievales, serían la representación del rey y doña Inés. Mantiene la forma circular, similar a la otra tumba, ambas estarían situadas una al lado de la otra con lo que se debe hacer una lectura conjunta de ambas para entender el mensaje en ellas contenido