Monasterio de Santa María de Fitero: el claustro
El actual claustro es el que en el siglo XVI sustituyó al primitivo medieval, del que no queda ni rastro. El comienzo de su construcción se remonta a 1512, cuando el abad Martín Egüés I dona los diezmos y primicias que le correspondían para afrontar el coste de algunas partes de la construcción. Al maestro Luis de Garmendia se le atribuye la construcción. Se comienza la obra por la galería del capítulo que es la mas antigua y en la que se pueden apreciar las armas heráldicas en las ménsulas de esta panda. El estilo es renacentista con bóvedas estrelladas en las zonas mas antiguas y va cambiando hasta la panda norte en la que se localizan bóvedas mas complejas y con mas adornos clasicistas. El sobreclaustro terminado en 1613 construido por la iniciativa del abad Marcos de Villalba y terminado por su sucesor Ignacio de Ibero, es de estilo herreriano aunque con alguna modificación sobre el proyecto inicial de Juan de Nates, arquitecto de origen castellano afincado en Valladolid.
El acceso al claustro se realiza por la primitiva cocina de la que solo persisten los muros perimetrales, probablemente tenía una chimenea central que no se conserva
No existe en el claustro de Fitero el lavatorio original y en la galería sur podemos encontrar el refectorio completamente modificado por la construcción de la biblioteca en el siglo XVII para lo cual se elimino su bóveda. Su construcción es un espacio rectangular con bóveda de vigas de madera que apoyan en arcos fajones de piedra de amplio tamaño. En el fondo se puede apreciar la huella del púlpito que estaba presente en todos los monasterios de la orden. Ventanales abocinados con arcos de medio punto permiten la iluminación del espacio.
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