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Monasterio de Santa María de la Oliva: la sala capitular
En la panda este del claustro, nos encontramos con la sala capitular. Se mantiene intacta desde su construcción y quizás sea la mas antigua de los monasterios cistercienses peninsulares. La portada compuesta por la propia puerta y cuatro ventanas dos a cada lado. Son cinco arcos de medio punto sostenidos por cinco columnas exentas que forman una planta cruciforme. Llama la atención como se ha resuelto el encaje en el resto del claustro pues los arcos de este, terminan en el centro de la portada, sustentados por una ménsula con un ángel decorando su base, y otros dos que terminan sobre el centro del arco de la ventana exterior de ambos lados, donde encontramos una columna en la que se apoyan y dividen la luz de estas, una ménsula sin adornos los sostienen. En el interior encontramos una planta cuadrada, subdividida en nueve tramos. Cuatro columnas centrales reciben los arcos que proceden de las ocho columnas adosadas a los muros para ofrecer la característica imagen que se repite en todos los monasterios, de palmeras sosteniendo las bóveda con sus nervaduras. El fondo con dos ventanas abocinadas con arcos de medio punto y cerradas por planchas de alabastro permiten la iluminación de la habitación. En el centro de la pared posterior la silla del abad y un banco corrido con friso de madera, permite el asiento de la comunidad. Toda la sala tiene escaso adorno de formas geométricas en los capiteles siguiendo de manera estricta las indicaciones propias de la orden. |
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