El Cister Ibérico

En la villa de Herce situada en el valle del río Cidacos estuvo este monasterio de monjas cistercienses fundado en noviembre de 1246 por D. Alfonso López de Haro y su primera esposa Mª Álvarez de Cameros, miembros de la nobleza local siendo el gobernador de Nájera, Logroño, Calahorra y Ágreda. Desde su comienzo se adscribe a la corriente cisterciense, quedando como filiación de Sta. Mª de Iranzu, a cuyo abad, corresponderá los derechos de corrección, reforma, visita, destitución, de esta manera los fundadores reconocen que no se inmiscuirán en el funcionamiento religiosos del nuevo monasterio. la llegada de las religiosas se había llevado a cabo en enero de 1246 y la consagración religiosa de las instalaciones se hizo el día de Santa Catalina, el 25 de noviembre de 1246, asistiendo junto a los fundadores, las autoridades eclesiásticas de la zona, el obispo D. Aznar, y el deán y el archidiácono de la catedral de Calahorra, cuya aprobación había sido requerida por el capítulo General del Císter, además de los abades de Iranzu, Fitero y la Oliva, estos dos últimos, comisionados por el capítulo General para inspeccionar la nueva fundación. El 11 de abril de 1251 el rey Alfonso X, pone bajo su protección al monasterio.

Durante el siglo XIII, el monasterio recibe nuevas donaciones de sus fundadores, en este caso de D. Alfonso y de su segunda mujer Dª Sancha Gil , como la villa de Velilla de Ocón, figurando como abadesa, Dª Urraca Martínez, cargo que ejerció entre 1263 y 1271, siendo junto a Elvira Martínez las dos abadesas de las que hay constancia documental durante el siglo XIII.

En el siglo XIV, la situación del monasterio es dramática debido a la falta de recursos económicos para hacer frente a sus necesidades. La usurpación de propiedades y rentas por parte de la nobleza local, le impide utilizar los recursos de que dispone, siendo la familia Ramírez de Arellano, la que somete a una encomienda, teniendo que intervenir el monarca Juan I de Castilla para que deshaga esta encomienda en 1380, apoyada por distintas intervenciones papales como Clemente IV, que durante toda la Baja Edad Media repetirán sus condenas contra quienes usurpen los bienes de los monasterios

Durante el siglo XV se producen enfrentamientos entre la abadesa del monasterio y el concejo de la villa de Herce en cuanto al nombramiento del alcalde del concejo y a la falta de obediencia del mismo a la abadesa. Pleito largo que obliga a recurrir al rey, que afirma el derecho de la abadesa a recibir el vasallazgo de la villa de Herce y de su concejo, y que se extendería durante la mitad del siglo XV y primera del XVI, debido a que la familia Ramírez de Arellano, sigue intentando hacerse con la jurisdicción del abadengo, contraviniendo las resoluciones de Juan II de Castilla, que confirmaban la autoridad de la abadesa y la apoyaba en su oposición a los intentos de Juan Ramírez de Arellano de hacerse con la encomienda del monasterio. (Bibliografía)

El monasterio mantuvo actividad hasta el siglo XIX. En el año 1867 permanecían ocho monjas en el, siendo la desamortización la que en el año 1870 produce el cierre del monasterio y el traslado de las monjas al de Nª Sª de la Anunciación de Santo Somingo de la Calzada.

En la actualidad quedan en el pueblo algún vestigio del monasterio como la puerta de entrada en calamitoso estado de conservación.