El Cister Ibérico

Un recorrido por los monasterios cistercienses de la península ibérica

Inicio / El Cister en Galicia / Coruña / Sobrado dos Monxes

Situación

Sobrado dos Monxes

Coruña

Galicia

Filiación

Clairvaux / Sobrado

Horario de Visitas

Lunes a sábado

10.00 - 13.00

16.00 - 18.00

Domingos

12.15 - 13.00

16.00 - 18.00


Teléfono: +34 676 020 151
HORARIO DE ATENCIÓN TELEFÓNICA
de 10:00 a 13:30 y de 16:30 a 18:45

Propietario

Comunidad cisterciense de Sobrado O.C.S.O.

Estado de Conservación

Bueno

Obras

-

Comunidad religiosa

Si

Culto

Si

Restricciones Visitas

No

Pagina Web

Si

Otros servicios

Hospedería

Alrededores

 

Monasterio de Santa María de Sobrado dos Monxes

Las primeras noticias de este monasterio proceden de dos documentos recogidos en el libro tumbo del monasterio, son dos documentos de donación en los que Hermenegildo, conde de Présaras y su esposa Paterna, en el primero de 12 de mayo de 952, se hace donación de la villa de Sobrado a la iglesia existente en la localidad y el segundo de nueve de noviembre del mismo año en el que se hace cesión de la propia iglesia con dextros bienes y demás derechos. Estas donaciones se relacionan con la instalación en el lugar de un grupo de gentes con la intención de dedicarse a la vida religiosa. Además en el primer documento se menciona a la abadesa Elvira como receptora de los bienes por lo que se deduce que existiera una comunidad femenina, pero también se menciona a los hermanos que serán los que reciban la propiedad de la iglesia y las vestiduras y objetos relacionados con el culto.

Por tanto se puede afirmar que esta primera comunidad fuera dúplice, recibiendo la protección de una familia de aristócratas, lo que lo inscribe en la tradición de los monasterios familiares, de profundas raíces visigóticas y que pondrán de relieve la importancia de los laicos fundadores, procedentes de una familia con tradición familiar, como la de Hermenegildo, cuyos abuelos habían fundado el monasterio de San Salvador de Cines, y de Paterna cuyos padres habían fundado el de San Juan de Mera.

Los hijos de la pareja fundadora, Sisnando que llegó a ser obispo de Iria-Compostela entre 951 y 968, y su hermano Rodrigo casado con Elvira prosiguen la protección del monasterio, incluso los dos últimos residen en el, hasta que a la muerte de Sisnado y Rodrigo sin que hubiera tenido descendencia, el monasterio queda en manos de Elvira, que sigue recibiendo donaciones, como las de Ordoño IV y Ramiro III.

Tras la muerte de Elvira en torno al año 977, Sobrado deja de estar bajo la protección de descendientes directos de los fundadores, pasando a ser propiedad de Munia y Gutier, sobrinos de la condesa de Paterna, con lo que se estancan las donaciones y rentas y comienzan conflictos con el entorno, hasta que el conde Menendo González, que al parecer mantenía algún parentesco con Hermenegildo, consigue que el monasterio le sea transferido por Munia y sus hermanos Gutier y Arias, en el año 1006. Sin embargo Munia vive en el monasterio y hasta su desaparición alrededor de 1042, no se produce el traspaso de propiedad a los descendientes del Conde Menendo, Segeredo Aloitez y su esposa Adosinda.

Tras el conflicto que enfrentó a Fernando I con Bermudo III, resuelto con la victoria del primero en la batalla de Tamajón, se produce la confiscación del monasterio a los nobles que habían apoyado a Bermudo, con lo que desaparece la comunidad y se cierra el primer ciclo de vida del cenobio y de la estructura dúplice y familiar del mismo.

En 1118, la reina Urraca de Castilla, junto con su hijo Alfonso Raimundez, devuelven todos los bienes incautados por Fernando a sus dueños, los descendientes de Segeredo Aloitez y Adosinda Arias, en la figura de los hijos del conde de Traba, Pedro Froilaz. Estos Bermudo y Fernando Pérez, que habían estado como cruzados en Jerusalén, deciden en 1142 donar el lugar de Sobrado para la formación de una comunidad de monjes, siendo en aquel momento la Orden Cisterciense la que estaba en plena expansión, bajo la figura de San Bernardo, por lo que escogieron esta observancia para que rigiera el monasterio.

El catorce de febrero de 1142, se firman en la ciudad de Santiago, los documentos que ponían a disposición del abad Pedro y su comunidad de doce monjes, pertenecientes a la orden cisterciense, aunque es esos documentos nada se dice de la procedencia de los monjes, se sabe que provenían de Clairvaux. Los documentos de donación son dos uno inicial mas breve y otro posterior mas extenso donde se incluyen otras posesiones del monasterio y en el que se hace referencia al rey Alfonso VII en dos ocasiones, lo que deja claro la intervención de este en la segunda redacción.

La fundación de Sobrado es pues ex novo, y no una afiliación , pero que se realiza en un monasterio que no es nuevo, por lo que el abad Pedro y su comunidad pudieron establecerse en el lugar un mes después de la firma del documento fundacional.

Pronto comienza la comunidad a expandirse y admitir nuevos miembros provenientes de lugares cercanos al monasterio, lo que ampliará la comunidad de monjes y legos, así mismo alrededor de 1152 aparecen en el monasterio los primeros siervos moros, en su mayoría artesanos, comenzándose la construcción de la nuevas dependencias monásticas durante los siglos XII y XIII, teniendo constancia documental de que las obras estaban en marcha en el año 1168.

En 1151, el propio Alfonso VII, dona al abad Pedro todas las propiedades que formaban el condado de Présaras y dos años después Fernando Pérez y Su hermano Bermudo confirman la cesión al monasterio todas las posesiones que les correspondían, siendo designado ya con su nuevo y definitivo nombre de Santa María de Sobrado, indicando además la fortaleza y extensión que había alcanzado el monasterio en tan poco tiempo. Hasta 1160, el monasterio se expande por toda Galicia llegando hasta el mar, con el asentamiento de numerosas granjas, como las de Reparada, San Lorenzo, y la de Fente, que había sido casa de Raimundo de Borgoña, así como en otras poblaciones como el Burgo de Faro y Menllid.

Entre 1160 y 1222 se produce una fase de consolidación, con la construcción de los edificios que seguirán estrictamente la normas cistercienses, en su ordenación y ubicación, y una de expansión en la que el monasterio seguirá aumentando sus posesiones dentro y fuera de Galicia pues llegará hasta el Bierzo, donde adquiere bienes en Villafranca y en Molinaseca y posteriormente a tierras zamorana con la graja de Santo Tirso y la de Villanueva entre los ríos Esla y Cea (1215). Dentro de Galicia, se expandirán con propiedades en Portomarín, Palas de Rei, Leboreiro, Melide y Arzúa.

El siglo XIV, es como en la mayoría de los monasterios peninsulares un siglo de deterioro general, tanto desde el punto de vista de la observancia y rigor de la regla, como en lo económico debido a la aparición de los abades comendatarios, que en general conducen a los monasterios a perder recursos y pujanza, esta situación se mantiene, hasta la llegada de la nueva reforma de la Congregación Cisterciense de Castilla, que supondrá la desaparición de la encomienda y el impulso de renovación de los monasterios y su recuperación económica, lo que sucede en Sobrado, permitiendo la renovación y remodelación de los edificios monásticos, que se mantendrá entre los siglos XVI y XIX. Así se construye el claustro reglar que sustitulle al antiguo medieval, iniciándose hacia 1560, y la obra mas importante del siglo XVI, la sacristía, sobre los planos de Juan de Herrera, que se edifica entre 1569 y 1572, que se ha considerado como el edificio mas bello del renacimiento en Galicia.

En el siglo XVII se construye el claustro de la hospedería y las instalaciones que lo rodean como las estancias abaciales. La gran obra que se realiza durante este siglo, es sin duda la de la gran iglesia abacial, que se inicia hacia 1630, la primera fase interrumpida por la muerte del arquitecto Pedro de Monteagudo, que será sustituido por Domingo de Andrade, que impuso un estilo mas barroco en la construcción. Por último le llega el turno al claustro grande que se inicia en el siglo XVI y no se concluye hasta el XVIII, adaptándose su tamaño a la nueva necesidad de la comunidad de las celdas individuales para los monjes, que en esta época oscilaban entre los cincuenta y ochenta miembros.

El monasterio consigue pasar la época de la invasión francesa sin ser afectado, pero el apoyo que brindó a los carlistas que actuaban en la zona, cuyo cabecilla López era hermano de uno de los monjes, conduce a la apertura de expediente contra el, y en 1834 termina conduciendo a su supresión, que se aplica el 28 de octubre del mismo año. Hasta 1840 se convierte en acuartelamiento de las tropas que luchaban contra los carlistas sufriendo los primeros daños. Cuando las tropas abandonan el monasterio, queda a merced de los saqueos. El monasterio y su finca son vendidos a diversos compradores hasta que el cardenal compostelano Miguel Payá compra los edificios. En 1902 los sobrinos del cardenal, ceden al cardenal José Martín de Herrera y a la iglesia compostelana, los bienes recibidos de su tío en Galicia, entre los que estaba el monasterio de Sobrado. Mientras tanto el monasterio entraba en estado de ruina, a pesar de la declaración de monumento nacional en 1930.

En 1954, José Fernández Cid , al frente de algunos hermanos llegados del monasterio de Viaceli, comenzaba las obras de restauración, recibiendo en usufructo la propiedad del monasterio , avanzando en la reconstrucción, hasta que en 1965 se planteara la conveniencia de completar el proceso fundacional, lo que ocurrirá el 24 de julio de 1966, cuando Javier Alberdi al frente de quince hermanos llegaran al monasterio y al día siguiente, festividad de Santiago, comenzaran de nuevo la vida monástica en Sobrado, la confirmación canónica ocurrirá el 7 de octubre por el abad de Viaceli Dom Ceferino García Rodríguez, quedando constituido como priorato de Viaceli. (Bibliografía)

 

Plano del monasterio de Sobrado

Plano obtenido de: Proyecto básico de ejecución para la conservación y puesta en valor del conjunto monumental del monasterio de Sobrado dos Monxes (José Ignacio Lopez Riego Uriarte, arquitecto) 

1 Iglesia
2 Claustro procesional
3 Sala capitular
4 Claustro de la hospedería
5 Refectorio
6 Cocina
7 Capilla del rosario
8 Claustro grande
9 Sacristía
10 Capilla de San Juan Bautista

 

Iglesia
Sacristía
Capilla del rosario
Capilla de San Juan Bautista
Claustro procesional
Claustro hospedería
Claustro grande
Sala capitular
Cocina