El Cister Ibérico

Del primitivo templo medieval apenas queda ningún vestigio, aunque debió ser del mismo tamaño y con las mismas características que el actual, en cuanto a su distribución con tres naves y crucero pronunciado con forma de cruz latina. Las obras de la nueva iglesia comenzaron en 1598, siguiendo el plano del jesuita Juan de Tolosa, siendo dirigidas las obras por el maestro cantero Pedro de la Sierra y a su hermano Juan. Se concluye la fachada en 1607 según se deduce por la fecha que se puede leer en la bola situada en el vértice del frontón de la nave central. Las obras debieron terminarse alrededor de 1630.

La planta como ya se ha dicho corresponde con una cruz latina con tres naves de cinco tramos, la central de poco mas del doble de anchura que las laterales, el crucero es de gran tamaño, de una sola nave con dos tramos por brazo , cerradas ambas por un muro plano.

La cebecera está compuesta por una capilla central rectangular muy profunda con dos tramos y cuatro laterales, dos en cada brazo del crucero, a su vez terminadas en un muro plano. Estamos pues de nuevo ante una tipología "Bernardina" que se corresponde con la de la primitiva iglesia abacial medieval, excepto en la profundidad de la capilla mayor que fue aumentada en un tramo al realizarse la reforma. La inclusión de los nichos laterales abiertos en los dos tramos de la capilla y los cinco escalones que separan el segundo tramo, remiten a la iglesia del Escorial y para incluirlos fue necesario aumentar la profundidad de la capilla central. La coincidencia en los estilos austeros del plan constructivo de San Bernardo, casaba bien con los de la arquitectura contrarreformista del año 1600.

Lo que mas destaca del interior de la iglesia es su majestuosidad, es de gran tamaño y de gran elevación. Los arcos fajones de medio punto en la nave central se convierten en apuntados en las laterales y los formeros son de nuevo de medio punto. La bóveda de aristas de la nave central no debió de corresponderse con la primitiva iglesia medieval que tendría arcos apuntados, como solía ocurrir en las iglesias cistercienses.

EL crucero se cierra por su parte superior por una cúpula sostenida por pechinas y culminada por un luminario que aporta luz al interior. Tiene a su vez bóveda de igual factura que la nave central y cierre en ambos extremos de muro plano y un óculo superior y una puerta en cada lado, la del lado norte comunica con el exterior y la del lado sur da paso a la escalera que conduce al piso alto del claustro reglar y que en su día llevaría al dormitorio de la comunidad.