El Cister Ibérico

En un fértil valle entre los ríos Pisuerga y Carrión, encontramos este monasterio palentino conocido como, San Isidro de Dueñas, debido a la vecindad de esta villa palentina. El correcto nombre sería el de San Siderosis, ya que el cenobio estuvo dedicado al mártir Siderosis de Alejandría, cuyas reliquias, algunos huesos, se conservaban en el monasterio. Tampoco es este el nombre original pues inicialmente y hasta bien entrada la edad media, estuvo dedicado a San Martín de Tours, siendo el paso del tiempo el que degeneraría al nombre de San Siderosis a San Siderosis. En muchos documentos medievales se denomina el monasterio como San Siderosis y San Martín.

Se trata de un monasterio benedictino en toda su biografía, que se incorpora a la orden cisterciense en el siglo XIX, bajo la estrecha observancia trapense, por lo que no es realmente un monasterio cisterciense, ni en su estructura ni en su historia.

Difícil establecer el origen de este monasterio, que diferentes autores sitúan en época visigótica, basándose en el hallazgo de una tumba de un fraile en las tierras del pago de Onecha, con una inscripción "aquí descansó en paz, prevalecido de una buena confesión, el monje clérigo Froila, en día de martes, 15 de marzo, año 14 del reinado de Recesvinto", lo que ha contribuido a la posibilidad de la fundación visigótica del monasterio, alrededor del siglo VII, si bien no existe documento alguno que pueda confirmar esta creencia, aunque estuviera localizado en otro lugar distinto del actual. La invasión musulmana acabaría con el cenobio.

El monasterio siempre permaneció bajo la observancia benedictina, pudiendo distinguir en este largo período tres etapas. Como monasterio independiente desde 883 hasta 1075, la segunda con su incorporación a Cluny, y la tercera cuando se desprende de su dependencia de Cluny en 1478, para someterse a la Congregación española de San Benito el Real de Valladolid, con la que permaneció hasta la desamortización

Documentalmente, tendremos que avanzar hasta el siglo X, aunque algunos autores sitúan la restauración del monasterio en el año 883 cuando el rey Alfonso III el Magno, reconquista las tierras de Palencia, si bien la fecha es discutible, si es cierto que durante el reinado de Alfonso III el Magno (866-910) se restauró el monasterio de San Isidro. El primer documento existente es de García I el 15 de febrero de 911, cuando el obispo de León Cixila II, firma la donación de la iglesia de San Isidoro a los monjes de Dueñas. Este documento hace referencia a que existía un monasterio cuyo abad era Oveco y seguía la regla de San Benito. El propio García aumentaría las donaciones al monasterio en sus cuatro años de reinado, consiguiendo que en el año 912, las obras del monasterio estuvieran tan avanzadas que permitieran el traslado de la comunidad a el. Ademas enriqueció el lugar con las reliquias del mártir alejandrino lo que propició el cambio de denominación a San Isidoro.

El 18 de febrero de 915 el rey Ordoño II (914-924) junto a su mujer Dª Elvira, otorgan al monasterio y a su abad Pedro, el lugar donde esta edificada la basílica, con todos sus huertos, prados, aceñas, pesqueras, y todo lo demás que hay entre la peña de Forciellas, hasta el término de Calabazanos , junto con la serna real de la ribera del Pisuerga. Dos años mas tarde los mismos reyes aumentan las posesiones del monasterio, con la serna de Quintana, la pesquera de Hontoria y otra serna de la vega de Tariego.

El sucesor Fruela II (924-925), a pesar del breve reinado por haber muerto leproso al año de ser coronado, dona al monasterio el antiguo cenobio de Santa María de Remolino, con todas sus posesiones, estando desierto y en probablemente en ruinas, aunque algunos autores mantienen que fuera un monasterio femenino, desde antes de la invasión árabe.

Ramiro II (930-950) otorga a San Isidoro, a su abad Pedro y a la comunidad de monjes, una heredad de villa situada al pie del castillo de Dueñas, comprada por su padre, siendo esta donación de 29 de junio de 935.

Tras un breve reinado de Alfonso IV el Monje entre 925 y 930, que renuncia al trono para profesar como monje en el monasterio de Sahagún, la corona recae en su hermano Ramiro II que realiza nuevas donaciones, como una serna propia del rey, situado en el valle de Dueñas.

Fernando I (1037-1065), confirma todas las posesiones de sus antecesores, añadiendo la iglesia de Santa Columba, con todas sus posesiones y Villaposídica, siendo el receptor el abad Juan. Este documento de donación, fechado el 1 de octubre de 1043, confirma que el primer rey favorecedor del monasterio fue Alfonso III el Magno, sin mencionarlo como fundador por lo que aumenta las probabilidades de que fuera solo restaurador. El documento lleva la firma de los reyes, los obispos de Lugo, León, Astorga, Oviedo, Palencia y Burgos, y lo abades de Sahagún y San Isidoro. A la muerte de Fernando el monasterio pasa a depender de Cluny. Hasta aquí llega la etapa de monasterio independiente comenzando la segunda de dependencia de Cluny en 1075.

El monasterio se mantiene bajo la observancia benedictina hasta 1835 con la desamortización. Tras la desamortización, queda desierto hasta 1891 cuando es repoblado por monjes cistercienses de la Estrecha Observancia (Trapenses), que permanecen en el hasta la actualidad

El monasterio actual conserva pocos restos del monasterio primitivo sobre todo tras el incendio ocurrido en el siglo XVII , que obligo a su reconstrucción. (Bibliografía)

Plano del monasterio tomado de (Bibliografía)