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Monasterio de Santa María de Sacramenia: la iglesia
Es lo único visitable que queda del monasterio. La iglesia es de grandes dimensiones, construida basándose en el pie segoviano que equivalía a 27,93 cm, tiene 200 pies de longitud en la nave mayor y 100 en el crucero. Tiene la característica estructura basilical de tres naves, la central mas elevada, con forma de cruz latina, con acusado crucero.
La nave central de seis tramos, sostenidos por pilares cruciformes, a los que se adosan columnas que desde el suelo, sostienen los arcos formeros, mientras que los fajones se sustentan por columnas que terminan al nivel del comienzo de las naves laterales en ménsulas de forma cónica sin adornos. Los capiteles de las columnas de los arcos formeros, sorprenden por su fino trabajo, pues aunque mantienen la contención propia del Cister, tienen elaborados adornos vegetales, con flora-piñas, y hojas de helechos, que llaman la atención por su gran tamaño. Uno esta adornado por una malla de tallos entrelazados, y por último los del arco triunfal con hojas de acanto de muy bella factura. Las naves están cerradas por arcos apuntados y bóvedas estrelladas de ligaduras de cinco claves, como corresponde a su época de construcción ya en el siglo XV, que sustituyó al proyecto inicial de bóveda de cañón apuntada, al estilo borgoñón .
La cabecera está formada por un ábside central semicircular, precedido por un tramo recto y que en la actualidad está cubierto por el retablo barroco, que impide ver la terminación de la parte curva. A ambos lados del crucero se abren dos capillas cubiertas por sendos arcos semicirculares que van disminuyendo su tamaño a medida que se alejan de la capilla mayor. El presbiterio situado en la parte recta de la capilla mayor, tiene a su lado derecho un rebaje de arcos polilobulados de fuerte inspiración islámica, posiblemente para guardar objetos rituales.
El crucero de gran tamaño termina en ambos extremos en muros planos, pudiéndose ver adosado al muro norte un retablo barroco procedente de una de las capillas laterales.
En el exterior, lo mas llamativo es la terminación de la cabecera, en la que sobresale el ábside central semicircular, pero los otros dos absidiolos laterales están cubiertos por una estructura plana escalonada, que lo hacen diferente de todos los demás monasterios de la orden. La fachada occidental es de construcción sencilla con dos contrafuertes que enmarcan un arco apuntado sin sobresalir del plano del muro, que enmarca un espléndido rosetón de doce radios de preciosa factura. Debajo el pórtico de siete arcos abocinados con alternantes nacelas y boceles, con tres pequeñas columna en cada lado.
En el ábside se pueden ver las tres ventanas enmarcadas por columnas con capiteles variados, hojas de helecho, piñas, bolas, malla y racimos. De la misma forma los canecillos del alero de este ábside están decorados, siempre guardando la contención cisterciense.
Por último hacer mención del coro alto situado a los pies de la iglesia y que cubre sus dos últimos tramos, sostenido por bóvedas estrelladas, que corresponden con su época de construcción finales del siglo XV y primeros del XVI.
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