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La iglesia muestra algunas peculiaridades, sobre todo la gran disparidad de estilos que se observan entre la cabecera claramente de estilo románico cisterciense y el resto de la nave central y el crucero, como si hubiera existido un parón prolongado en la construcción.
La cabecera formada por tres capillas, la central con un tramo recto que cubre el presbiterio con bóveda de cañón apuntada, y terminada, por ábside semicircular, cubierto por una cúpula de cuarto de esfera, que incorpora un segundo tramo recto, tiene ocho nervaduras, se ilumina con cinco ventanas abocinadas de medio punto, que en el exterior se adornan con una sencilla chambrana en bocel. Las capillas laterales solo tienen un tramo recto a la entrada, cubierto por bóveda de cañon y se cierran con abside semicircular y cúpula de cuarto de esfera, en este caso lisa sin nervaduras, curiosamente estas capillas son diferentes al exterior donde están cerradas por muros lisos. Una línea de imposta de la que parten las nervaduras de la central, es el único adorno que tienen esta capillas.
Una vez construida la cabecera, se abandona el sistema de construcción y se cambia por otro totalmente distinto, como es el mudéjar, siendo desconocida la razón de este cambio, si bien se ha achacado a problemas económicos del monasterio, así como al incendio que sufre en 1258, esta fase de la edificación se realiza durante la mitad del siglo XIII y principios del XIV, con aparejo mixto de ladrillo con cajones de mampostería, en esta etapa se edifican el crucero y la única nave que tendría la definitiva iglesia, incluyendo su antigua fachada que será sustituida por la actual, y en el lado norte del crucero una torre perfectamente adosada de planta semicircular y con dos ventanas que servirán para iluminar la escalera que permitía el acceso a la cubierta y al campanario, posteriormente se convertiría en capilla, estando actualmente en restauración. En el brazo norte del transepto la llamada puerta de los muertos realizada en ladrillo con un arco túmido enmarcado por un alfiz.
La nave central sigue el mismo esquema constructivo de ladrillo y mampuesto, en el que se abren a cada lado cinco ventanas de piedra, construidas con sillares abocinadas hacia el interior con arcos de medio punto. Cerraba con bóvedas de crucería estrellada con terceletes, cuyos arcos perpiaños están adornados con bolas, adorno característico del gótico isabelino de finales del Siglo XV y comienzos del XVI que probablemente sustituyo al primitivo techo de madera, que sufriría en el incendio ya mencionado, en esta misma fase que corresponde a la gran reforma del ultimo tercio del siglo XV. Se construye a su vez el coro alto en los dos últimos tramos de la nave, sostenido por un sotocoro de bóvedas bahidas.
El transepto se cubrió con una cúpula y para salvar la diferencia de altura con el presbiterio, se colocó un óculo en el muro que los unía, abriendo así mismo sendos óculos en los muros norte y sur del crucero
La fachada occidental de la iglesia es sustituida por la actual a finales del siglo XVII o comienzos del XVIII, en la que en tres hornacinas se colocaban la imagen de la Virgen en el centro hoy desaparecida y sendas esculturas de San Bernardo y San Benito, se pueden contemplar los escudos de Valdeiglesias y del Cister a ambos lados (Bibliografía) |
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